Hacer sociedad como se hace arte
Un cuestionario para ayudarnos a imaginar el futuro.
Somos testigos de un gigantesco experimento político y social, del que nadie sabe qué resultados tendrá. Ante esta incertidumbre general, consideramos que lo mejor que se puede hacer ahora es un ejercicio de autorreflexión colectiva a fin de tomar este impasse como una invitación a dilucidar sobre los posibles futuros. Proponemos reflexionar con la ayuda de este cuestionario sobre dos preguntas fundamentales que surgen de este momento: ¿qué es importante para mí? y ¿en qué mundo queremos vivir?
Concomitentes se debe al proyecto francés Nouveaux Commanditaires, que tiene como uno de sus lemas "Faire art comme on fait societé" [Hacer arte, como se hace sociedad]. Al fundar Concomitentes en España, adaptamos esta insignia para señalar que lo nuestro es un proyecto que nace desde el arte, pero que también tiene un claro enfoque social. Ese doble objetivo nos acompaña constantemente. Por un lado, trabaja para instaurar el arte contemporáneo como una parte esencial en la vida cotidiana, pero también nos interesa que nuestros proyectos tengan una utilidad social, que se desarrollan en colaboración con actores de la sociedad civil y que tomen el espacio público y social como escenario.
¿Qué significa una situación como la emergencia actual para un proyecto como Concomitentes?
Cuando presenciamos en vivo y en directo el colapso de nuestro sistema sanitario, ¿no suena hasta frívolo de seguir trabajando en un proyecto artístico-social con un grupo de enfermeras y enfermeros de una UCI? Cuando nos vemos confinados en casa por un tiempo indefinido, ¿podemos seguir pensando en organizar fiestas para "bailar juntos" con un colectivo que al ser de alto riesgo seguramente tendrá que permanecer mucho más tiempo en confinamiento que el resto de la población? ¿Deberíamos seguir debatiendo sobre la instalación de una obra de arte pública con los habitantes de un pueblo cuando ellos seguramente tendrán en breve demandas más acuciantes? ¿Es ahora el momento de centrarse en repensar una librería universitaria, cuándo todo el sector de la educación se encuentra ante un parón de dimensiones hasta ahora inimaginables?
Creo que muchas y muchos hemos tenido pensamientos parecidos en las últimas semanas acerca de la relevancia social de nuestras profesiones. La mera magnitud de la crisis sanitaria y del esfuerzo de contener la pandemia redimensiona cualquier ambición. Pero, conforme avancen los días en cuarentena, la sensación de urgencia está dando paso a unas reflexiones más pausadas.
Poco a poco empezamos a preguntarnos ¿por qué ha pasado esto? ¿Hacía donde va a llevarnos esta situación la que nos encontramos actualmente? Y vemos que, por muy grave que sea, la pandemia no va a derrumbar nuestra sociedad, pero que sí tiene el potencial de acentuar las muchas otras crisis y debates con las que nos habíamos acostumbrado a vivir en los últimos años.
Vemos que las medidas de contención de la pandemia están acentuando la brecha social. Vemos que la emergencia sanitaria se debe en parte al colapso de un sector público que en teoría debería estar mejor equipado para lidiar con este tipo de problemas. Y vemos que esta crisis sanitaria solo es el inicio de una mayor crisis económica, social y política, que, sin duda, acrecentará la disputa sobre cómo proceder como sociedad.
Más allá de nuestros proyectos concretos, que ahora por razones obvias se han visto ralentizados, queremos contribuir desde Concomitentes a este debate social en ciernes. Proponemos invertir nuestro lema "Hacer arte como se hace sociedad" en "Hacer sociedad como se hace arte" para así hacer hincapié en la capacidad innata del arte para reinventarse y proyectarse hacía el futuro. Con esta idea en mente hemos diseñado una encuesta para proponer un ejercicio especulativo que nos hace reflexionar sobre dos cuestiones fundamentales, ¿Qué es importante para mi? y ¿En qué sociedad quiero vivir? No nos dirigimos a un segmento de población concreto. A contrario, creemos que es hora de superar ideas de estatus social y sectoriales. Ante esta crisis, todas y todos estamos en la misma situación de incertidumbre y se nos presenta una ocasión única como sociedad para aprovechar el potencial transformador de este impasse y volver a imaginarnos como colectivo.