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Diario, Reflexion 08.11.2022

Sesión 1: Conversación: ‘La naturaleza como ente queer’

Vídeo completo a la conversación entre Brigitte Baptiste e Isabelle Le Gallo, directora de la Fundación Daniel y Nina Carasso de España.



Desde Concomitentes organizamos el pasado, 14 de octubre en el Real Jardín Botánico la Jornada Gobierno de la Sostenibilidad, un espacio abierto desde el que reflexionar sobre la forma en la que se toman las decisiones, y se generan derechos y deberes a la hora de abordar el futuro de nuestro planeta. Una jornada coorganizada junto a la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la UNED, y en colaboración con nuestro mecenas fundador, Fundación Daniel y Nina Carasso. La primera de las tres sesiones fue una conversación entre la bióloga y rectora de la universidad EAN de Colombia Brigitte Baptiste e Isabelle Le Gallo, directora de la Fundación Daniel y Nina Carasso de España, sobre ‘La naturaleza como ente queer’.

La conversación arrancó de la mano de Isabelle, que aportó las claves estratégicas de la Fundación en su trabajo en Francia y España desde hace diez años: “Buscamos un cambio sistémico en el conjunto de leyes, restricciones y oportunidades estatales que se pueden encontrar para transformar las problemáticas de la alimentación sostenible y el arte ciudadano, dos áreas en las que, cada vez más, se percibe más convergencia”. Además, se recalcó la necesidad de un arte conectado con las dinámicas y procesos personales, para lograr un impacto real y transformación en el contexto social en el que se localizan, siendo atravesados por las causas del cambio climático y la transición justa.

Por su parte, Brigitte mencionó la pérdida de “capacidad del ser humano de percibir la diversidad”, simplificando los hechos y la realidad para poder “operar con más eficiencia sobre ella”, encontrándonos ahora en un momento de volver a “complejizar el esquema de relaciones, para lo que hace falta cambiar la sintonía de nuestros sentidos y de nuestra forma de conocer para tener la sutileza de comprender cómo opera la biología en la estructuración de las relaciones entre seres vivos”. En este sentido, salió a relucir la importancia de la “diversidad profunda, la variación pequeña que ocurre cotidianamente y está siempre presente en los límites de la percepción, es decir, la continua modificación de aquello que consideramos un patrón que surge para poder ‘sobrevivir’, a pesar de sus límites intrínsecos”, lo que hace que perdamos la capacidad de percibir las variaciones sutiles del día a día que dan lugar a la innovación, la evolución y el cambio social.

La economía queer se posiciona así como una propuesta para mirar de lado -con más atención- los fenómenos ecológicos, las señales menos perceptibles para -desde la religión, la ciencia o la mera curiosidad o lo accidental- permanecer atentos para reconectar signo y significado, dejándonos llevar por aquello que “sutilmente nos seduce e invita” a conocer las pequeñas señales que están continuamente acontecimiento. 

Una tentación de asociar comportamientos biológicos a los valores que nos mueven como seres vivos, que os compartimos en el vídeo completo de esta primera sesión (aquí).