De la evaluación en la mediación artística, una conversación entre Klaus Fruchtnis y Fran Quiroga

En este intercambio en formato entrevista, Klaus Fruchtnis, artista e investigador franco-colombiano cuya obra se caracteriza por la integración del arte con los temas socio-políticos y desde 2022 responsable del eje ‘Arte Ciudadano’ en la Fondation Daniel y Nina Carasso en Francia, conversa con el coordinador de Concomitentes, Fran Quiroga, acerca de la plataforma ‘In Between’, presentada en Sevilla el pasado 29 de noviembre, y que cuyo objetivo es intensificar un tipo de mediación cultural que fortalezca la democracia y la participación ciudadana.

(KF) La mediación artística, al integrarse plenamente con el tejido cultural y social, supera las fronteras tradicionales del arte y la producción, estableciéndose como un ensamblaje vital en la sociedad. Este nuevo modelo nos distingue de las formas convencionales de mediación en museos, promoviendo una implicación social más profunda y generando espacios donde el arte se convierte en un catalizador esencial para el diálogo y la comprensión mutua. Al involucrar emocionalmente a las personas, las incitamos a reflexionar y actuar de manera diferente, trascendiendo el contexto institucional. Este enfoque subraya la importancia de la práctica, el proceso, la participación y la democracia como herramientas poderosas para intervenir social y culturalmente, fomentando activamente la participación cultural.

(FQ) Siguiendo con este modelo de “relación” está también el fetiche de la obra y de la relación que estamos estableciendo con ella como visitantes, mediadoras culturales o artistas. En ese lugar es en el que se puede intervenir en esa “relación” y desde el que debemos permitirnos pensar en ese tipo de procesos y mecanismos de afectación. Hacer un ejercicio de devolución y superar esa distancia de transmisión unidireccional, es decir, esto me genera un cambio ¿pero qué cambio te está suponiendo a ti?

(KF) Precisamente, los mecanismos detrás de este cambio duradero son fundamentales. Al reflexionar sobre cómo aplicar el enfoque de los derechos culturales a nuestros proyectos, nos enfrentamos a la cuestión de cómo medir o evidenciar su éxito. Aquí es donde los indicadores cualitativos se vuelven esenciales, reflejando la naturaleza participativa de estos proyectos. Podemos emplear mecanismos de evaluación más horizontales y relacionales, que midan el grado de conexión de las personas con el proceso y el impacto específico que ha tenido en ellas. La noción de 'tiempo' es crucial en este contexto, ya que toda mediación requiere tiempo para construir una relación de confianza, un puente entre dos partes, lo cual es fundamental para humanizar los debates y generar nuevas perspectivas.

(FQ) Esta misma pregunta nos la estamos planteando en Concomitentes, con la apuesta por diseñar una forma de evaluación socio-metabólica-artística. El objetivo sería marcar otro tipo de indicadores, que vayan más allá del aspecto puramente economicista. Debemos asumir que tenemos que evaluarnos, como ejercicio de rendición de cuentas ciudadana. Esto suele resultar molesto, ¿por qué crees qué somos capaces de soportar que haya esa evaluación sin que esto suponga un miedo o cuestionamiento a nuestro trabajo?

(KF) Esta reflexión nos lleva directamente al impacto de proyectos innovadores como ‘In Between’ en la práctica de la mediación cultural. Esta plataforma no solo introduce nuevas metodologías, sino que también destaca por su aspiración a ser replicable en diversos contextos político-sociales-económicos, adaptándose a la variabilidad de recursos en los países europeos. Es esencial reconocer y mapear las diferentes definiciones y prácticas de mediación en cada país, entendiendo que incluso las diferencias semánticas pueden aportar riqueza a nuestra adaptabilidad. Además, la 'noción de territorio' resalta la necesidad de adaptar nuestras metodologías a las dinámicas únicas, culturas políticas y recursos de cada país.

(FQ) La cuestión es que, si se necesita “tiempo”, debemos ser capaces de hacer ver o justificar ante los potenciales financiadores, -administraciones, fundaciones u otros agentes-, la necesidad de ese tiempo que es lo que permite generar confianza y sostener el proceso. Debemos generar un relato claro para reivindicar el proceso, porque esto es lo que determina el buen hacer de la mediación, es ese modo de hacer lo que determina ese compromiso social. A la vez es importante pensar en el “cómo” y “para qué” estos procesos permiten fortalecer mecanismos de agenciamiento ciudadano.

La plataforma In Between (https://mediationinbetween.net/) de hecho nace como un espacio de encuentro entre agentes, grupos e instituciones que desean explorar el potencial de la mediación artística y cultural. Una de las claves para que vaya afianzándose es fomentar que este espacio virtual se convierta en un lugar referencial, en torno a la investigación y reflexión sobre estos procesos basados en la práctica, para problematizar y situarlos en la complejidad que tienen. 

Al mismo tiempo, deberíamos poder potenciar un apartado de formación para llevar a la práctica esa investigación. Para esta bidireccionalidad de investigación-práctica es necesario impulsar la relación entre diferentes países y saber qué se está haciendo en otros contextos. Así esta plataforma se articula desde dos focos, uno de reflexión teórica sobre el alcance y las tensiones de la mediación cultural y de cómo la ciudadanía puede y debe liderar procesos culturales, y el otro foco estaría orientado al intercambio de conocimientos de lo que significa la ‘mediación’ o ‘participación’ cultural, con un espacio dedicado a la formación.

(KF) Por tanto, es crucial que ‘In Between’ evolucione hacia un repositorio de recursos, incluyendo herramientas como la 'Brújula del arte ciudadano' (https://www.fondationcarasso.org/wp-content/uploads/2019/02/La-Boussole-de-lArt-Citoyen-WEB.pdf), desarrollada en la Fundación Daniel y Nina Carasso. Este marco de evaluación, adaptable a cualquier proyecto artístico y cultural, nos permite valorar los impactos clave mientras promovemos sus particularidades. Tal inclusión no solo enriquecería la plataforma, sino que también ofrecería un recurso valioso para la evaluación y adaptación de proyectos a nivel internacional, facilitando así la colaboración y el intercambio de conocimientos entre diferentes contextos culturales.

(FQ) Qué interesante, sería estupendo que pudiese estar traducida al inglés y al castellano, creo que nos podría resultar muy útil… Si te parece Klaus podemos dejar la conversación aquí, no nos queda más que seguir recorriendo este camino que abre la mediación artística. Pero, sobre todo, debemos seguir tramando más encuentros como el que celebramos en Sevilla y seguir trabajando en torno a estas reflexiones para que, entre todas, promovamos comunidades más inclusivas y celebremos la diferencia.

(KF) Un gusto Fran, sigamos, pues.

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Klaus Fruchtnis es un artista e investigador franco-colombiano, cuya obra se caracteriza por la integración del arte con los temas socio-políticos. Se ha destacado internacionalmente a través de sus proyectos centrados en las prácticas artísticas participativas y colaborativas, presentando su trabajo en exposiciones y diversas publicaciones. En el ámbito académico, Fruchtnis ha desempeñado roles significativos, especialmente como Vicedecano en el Paris College of Art, donde fue responsable de la implementación de programas y estrategias académicas innovadoras. Desde 2022, ocupa el cargo de Responsable del eje Arte Ciudadano en la Fondation Daniel y Nina Carasso en Francia, destacándose por su habilidad en el desarrollo de proyectos, planificación estratégica y fomento de asociaciones nacionales. Su carrera es notable por el trabajo intersectorial a nivel global, demostrando el impacto positivo de la colaboración interdisciplinaria en el futuro del arte y la educación.

Fran Quiroga es coordinador de Concomitentes. Ha trabajado durante los últimos 6 años en la red de 8 grupos de investigación en agroecología REVOLTA de la USC y UVIGO y ha sido coeditor del libro "Pensar y hacer en el medio rural", coeditado por el Ministerio de Cultura. También ha sido editor y coautor de la publicación "Cuando éramos sostenibles" (Fundación Ría, 2021). También ha co-coordinado el proyecto Montenoso, sobre gestión comunitaria de montes comunales con el que quedaron finalistas en el prestigioso Prix Ars Electronica en Austria. Recientemente ha realizado el informe "Cultura y Sostenibilidad" para el Consello da Cultura Galega y participa como mentor en el Foro Cultura y Ruralidades, organizado por el Ministerio de Cultura. Es profesor visitante en 5 masters.