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Entrevista 05.09.2022

“Recuperar las fuentes o manantiales deteriorados cuidará de los vínculos e historia compartida”

Entrevista con cuatro de los comitentes de la concomitancia de Cantabria.



Cuatro de los comitentes del nuevo proyecto que arranca en este 2022 en el vecindario de Llanos (Cantabria) nos cuentan su experiencia con este proceso participativo que explora, a través del arte, la relación del pueblo con sus recursos hídricos, el río y los manantiales.

ENTREVISTA 1:

C: ¿Cómo te llamas y cuál es tu relación con el proyecto?

Francisco: Me llamo Francisco, y llevo viviendo aquí unos 14 o 15 años. Mi relación con el pueblo se inició cuando veníamos aquí a cuidar de unos caballos que teníamos en un terreno alquilado. Cuando surgió la oportunidad de comprar el terreno nos construimos la casa en la que vivimos ahora. Así empezó nuestra historia en el pueblo.

C: ¿Por qué decides involucrarte en el proyecto de Concomitentes?

F: Es un proyecto que puede generar que quienes vivimos aquí podamos conocer mejor el pueblo o conocerlo de otras maneras. Lo veo como algo ilusionante, una iniciativa que une a la gente y que puede lograr que esa unión continúe si la sabemos trabajar y sacar adelante. 

C: ¿Cómo has visto evolucionar el proyecto desde esas reuniones iniciales en abril? 

F: Las reuniones semanales han tenido dinámicas muy distintas entre sí, pero lo que se ha mantenido es que todo el mundo tenía ganas de contribuir. La prueba está en que al final del proceso se generaron dos ideas principales muy valiosas, ahora veremos cómo va discurriendo el proyecto en sí. 

C: ¿Cómo fue el proceso de votación del encargo el pasado 26 de junio?

F: Inicialmente, del grupo surgieron tres propuestas, que en un momento se ampliaron a cuatro y que finalmente se han concretado en dos. La primera está relacionada con el agua, -el río, las fuentes, los lavaderos y la naturaleza alrededor de ese entorno-; y la otra es algo más social, una demanda que el pueblo siempre ha tenido. Desde hace unos años cuando perdimos el bar, -que era un punto de encuentro que no solo servía para tomar algo, sino para juntarnos y compartir cosas del día a día-, esta demanda atendía más a esa necesidad social, la de tener un lugar donde impartir charlas, tener un espacio para poder reunirnos, jugar una partida a las cartas o tomarse algo. Pero de alguna manera, Aguas Vivas también aúna una vertiente de comunidad que tiene en cuenta ese aspecto social.

ENTREVISTA 2:

C: ¿Cómo te llamas y cuál es tu relación con el proyecto?

Irene Rábago: Me llamo Irene Rábago, tengo 13 años y vivo aquí desde que tenía 2. Nací en Santander y estuve viviendo dos años allí, pero por influencia de mi abuela, nos vinimos a vivir aquí. 

C: ¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Llanos?

IR: Vivir en contacto con la naturaleza hace que tenga la libertad de salir por ahí cuando quiera. 

C: ¿Cuál es tu relación con la naturaleza? ¿Cómo es un día tuyo en el pueblo?

IR:  Paseo mucho por la zona del puente, por la fuente del viaducto y por unos caminos que hay más arriba. Algunas veces subo a la cabaña con las vacas y con los caballos, o me voy a dar un paseo con la bicicleta. Vaya adonde vaya aquí todo son árboles y prados. 

C: Has participado en las reuniones desde el principio, ¿cómo ha sido para ti esta experiencia? 

IR: Es muy chulo reunirnos todos los miércoles, me gustaría que se mantuviese porque sino solo nos reunimos cuando se celebran las fiestas.  

C: ¿Cómo crees que el proyecto puede ser beneficioso para el pueblo o para ti? 

IR: Es una iniciativa que puede ser muy beneficiosa para todo el pueblo, tanto en relación al agua como para los vecinos. 

C: Cuéntanos cómo es tu relación con el río y su entorno y por qué crees que es importante. 

IR: Todos los veranos, antes de que tuviéramos la piscina, siempre hemos venido al río a bañarnos, también hemos dado paseos junto a su cauce, nuestros perros se han bañado en él… Hace un rato, he traído aquí a mi perro para que se bañe porque este verano está haciendo mucho calor y nuestra casa está cerca. Hemos construido casas al lado del río con palés, hemos hecho de todo en el río, incluso hemos pescado con cañas o con redes, aunque siempre que cogemos algo, después lo soltamos.

C: ¿Crees que un proyecto como esta concomitancia puede hacer que el pueblo esté más unido?

IR: Ya de por sí el proceso resulta muy beneficioso, porque está haciendo que nos reunamos y hagamos un intercambio de opiniones entre toda la comunidad.

ENTREVISTA 3:

C: ¿Cómo te llamas y cuál es tu relación con el proyecto?

Marcial: Soy Marcial y formo parte del grupo de trabajo. Viví en Llanos desde los 6 hasta los 14 años, a partir de esa edad viví en un pueblo de al lado, el Arenal, hasta que me casé y me fui a vivir fuera 33 años con mi mujer e hijos, y después volvimos a Llanos dónde llevamos viviendo los últimos 16.

C: ¿Cómo es vivir en un pueblo así?

M:  Es un sitio donde la gente se ayuda, nos saludamos por la calle y nos echamos una mano en lo que podamos.

C: ¿Cómo valoras la concomitancia de Aguas Vivas? 

M:  Es Creo que trabajar con el río es una buena apuesta, a ver si podemos recuperar por lo menos dos fuentes que hay de siempre y el entorno del río.

ENTREVISTA 4:

C: ¿Cómo te llamas y cuál es tu relación con el proyecto?

María: Soy María y vivo aquí desde hace siete años, vine porque es un pueblo pequeño, relativamente cercano a otros más grandes y de la ciudad. También porque conocía a gente de aquí y me gustaba mucho el entorno. 

C: ¿Cómo te enteraste de Concomitentes aquí? ¿Qué has visto beneficioso para el proyecto?

M: Me enteré por unas vecinas, que me dijeron que estaban celebrándose unas reuniones para organizar algo para el pueblo. Hablaban de ‘‘unos mediadores” en abstracto, me pareció interesante que se estuviera juntando gente muy diferente del pueblo para pensar en hacer algo común para todos. Me ha gustado saber que mucha gente echamos en falta lo mismo, poder juntarnos y que haya encuentros entre personas con las que no tenemos mucha relación en el día a día.

C: ¿Crees que ese proceso que estamos haciendo puede dar solución a esta situación? 

M: Ojalá el proceso aporte una solución concreta, pero creo que ya está sirviendo para que personas que antes no compartíamos espacios comunes, ahora hablemos sobre qué echamos en falta en el pueblo. Puede que no se encuentren soluciones para todo pero al menos ya se ha iniciado el diálogo. El potencial del proyecto lo veo como una puerta que se abre para generar un espacio en el pueblo común para hablar sobre todo esto.

C: ¿Cómo valoras el proceso que comienza ahora en torno al río y sus recursos? 

M: De las palabras que han ido saliendo a lo largo de las reuniones está “intergeneracional”, es decir, que sea un espacio que pueda responder a intereses y deseos de diferentes edades, maneras de ser o entre las personas que llevan en el pueblo toda la vida y otras, como yo, que hemos llegado después. Es un sentir muy fuerte del pueblo que “no tengamos un lugar donde encontrarnos”. En ese sentido, el agua y recuperar las fuentes o manantiales deteriorados para cuidar de ese vínculo sentimental e historia compartida, unirá a la comunidad. Estos recursos, además tienen una utilidad que ahora está parcialmente perdida y que podrían convertirse en un lugar de encuentro. Existe mucho vínculo con las fuentes y el río y hay un deseo colectivo de cuidarlo y mejorarlo.