El libro ‘Bailando la diversidad’ aborda la fiesta como un espacio de celebración para todos los cuerpos
La publicación, que contará con textos firmados por la mediadora-curadora Veronica Valentini, el artista Osías Yanov, el activista Antonio Centeno o Brigitte Vasallo y Bob Pop, entre otros, estará disponible en tus librerías de confianza.
¿Puede la fiesta ser un espacio de celebración para todas? ¿Cómo hacemos e imaginamos esta escena elegida para resonar como una amalgama de cuerpos queridos a la vez? ¿Cuál sería el acto definitivo de goce transversal? Estas son algunas de las preguntas con las que nace en 2018 Diversorium, un proyecto artístico participativo de Concomitentes guiado por la mediadora-curadora Veronica Valentini; junto a Antonio Centeno y María Oliver, de la Oficina de Vida Independiente (OVI) de Barcelona. Este proyecto buscaba generar un espacio festivo en el que personas con y sin diversidad funcional pudieran convivir, gozar, bailar juntas, derribando barreras respecto a la diversidad funcional.
Tras cuatro años de recorrido, -y varios Diversorium celebrados en Barcelona, una presentación en el MDT-Teatro moderno de danza de Estocolmo, una invitación para celebrarlo en el centro de arte ‘La ferme de Buissons’ de París y para ser proyecto participante en la biennial europea Manifesta 15-, el proyecto lanza, junto a la editorial Bartlebooth, la publicación ‘Bailando la diversidad’, en la que varias autoras e integrantes del proyecto dan voz no solo de su recorrido, sino de cómo encontrar en la convivencia de los cuerpos otra forma de relacionarse y crear sociedad. La publicación estará disponible en librerías de toda España y en la página web de Bartlebooth.
Varias voces para crear perspectiva
Tras una introducción, con el análisis y metodología del proyecto firmada por la mediadora, Vero Valentini; en los capítulos siguientes varias aliadas, involucradas en el Diversorium, aportan su visión. Así, la escritora, Brigitte Vasallo, pregonera de la fiesta del Diversorium en la Rambla del Raval y de la publicación, hace una oda a ese lugar y a su gente “rara” invocando una fiesta en la que se pueda dejar de ser cuerpo para devenir carne.
Por su parte, Rachele Borghi, geógrafa queer, analiza las normas dictadas por el espacio público, un espacio que no es ni neutral, ni universal, y cuya relación de opresión sólo se puede transformar usando el cuerpo como una herramienta de resistencia. En un tercer capítulo, Aïda Camprubri, -paladina de la justicia del sector musical y cultural de Barcelona y madrina de los Diversorium de Sala Apolo y del Festival BAM,- se pregunta e investiga si se puede hacer un espacio seguro, interlocutando con algunos de los protagonistas de la escena nocturna.
Bob Pop escribe un monólogo entretejiendo un ejercicio de fabulación especulativa sobre la enfermedad que difumina la nitidez de los significados e interpretaciones existentes para alcanzar/inventar nuevas dimensiones dentro de la misma apariencia física. Marie Bardet habla en otro capítulo de cómo los apoyos producen modos de imprimirse en la superficie del contacto, de las políticas de cuidado y de la presencia que producen horizontes.
Con Osías Yanov, el artista a cargo de la coreografía-dirección del Diversorium que se celebró en el Raval en las fiestas de la Mercè, hablamos sobre ejes, despliegue y porvenir de la compleja obra performativa y comunal. Continúa el comitente del Diversorium, Antonio Centeno, que explica cómo la mirada también se construye y educa a través de la creación artística y la convivencia lúdica y divertida.
Con Osías Yanov, el artista a cargo de la coreografía-dirección del Diversorium que se celebró en el Raval en las fiestas de la Mercè, hablamos sobre ejes, despliegue y porvenir de la compleja obra performativa y comunal. Continúa el comitente del Diversorium, Antonio Centeno, que explica cómo la mirada también se construye y educa a través de la creación artística y la convivencia lúdica y divertida.
La publicación cuenta también con documentación fotográfica de Eva Carasol; los bocetos de Osías Yanov; los dibujos de Tobías Dirty; y algunas partes del fanzine realizado por Marta de la Gente y Santiago Villanueva en el diálogo con el artista argentino.