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Reflexion, Diario 29.01.2025

Los límites del territorio

Primer encuentro entre Francesc Ruiz y el grupo de comitentes



El puente de Ajuda cruzaba el Guadiana para conectar Olivenza y Elvas hasta que, en 1709, las tropas españolas lo hicieron detonar, bloqueando el cruce del río y aislando Olivenza del resto de territorio portugués, una estrategia que terminó con la toma de la ciudad casi un siglo más tarde bajo el mando de Manuel Godoy. Desde entonces, la ciudad pertenece a España bajo un peculiar acuerdo que permite a les oliventines pedir nacionalidad portuguesa (y ser considerades residentes en el extranjero). En el año 2000 se construyó un nuevo puente, a apenas 200 metros más al sur. La estética funcional de cemento conecta por carretera España y Portugal, esta vez en el contexto de la movilidad europea del espacio Schengen, y desde él se ven las ruinas del primer puente, un recuerdo de la fragilidad de los acuerdos y las fronteras.

En el puente de Ajuda
En el puente de Ajuda

En el primer encuentro en persona entre el grupo de comitentes y Francesc Ruiz, el artista seleccionado para materializar el encargo de Non plus ultra, hicimos un recorrido a lo largo del Guadiana, de sur a norte por un breve tramo entre Olivenza y Badajoz. Comenzamos refugiándonos de la lluvia bajo uno de los arcos del Puente de Ajuda que se mantienen en pie y hablamos de las fronteras y la movilidad a través de ellas. El viejo y nuevo puente de Ajuda hablan de acuerdos e intereses nacionales, de presupuestos con la capacidad de transformar el paisaje, pero lo que más nos interesaba de esas riberas era la memoria del estraperlo. Obviamente, el grupo de comitentes no ha vivido la experiencia del estraperlo, ni el hambre durante el franquismo o el comienzo de la transición. Nacimos tras la entrada de España en la Unión Europea, pero la memoria de esas experiencias sigue estando muy presente, se ha transmitido entre generaciones y allí, con el frio de una lluvia invernal, comentábamos experiencias de estraperlistas cruzando las aguas del Guadiana con la viveza de haberlas escuchado de la boca de quienes las vivieron.

Olivenza ha sido el punto más alejado que hemos tocado a lo largo del proceso de Non plus ultra, centrado principalmente en el sur de Badajoz, entre las provincias Zafra-Río Bodión, Campiña Sur y Tierra de Barros. Es un territorio amplio, el grupo de comitentes vive en puntos hasta una hora distantes entre si. El proceso de identificación colectiva no parte de un lugar o una etiqueta fija, sino de la respuesta frente a procesos de gestión del territorio. El “non” del título plantea una oposición constitutiva a dinámicas extractivistas, por eso comenzamos el proyecto indagando en los orígenes de las políticas que están dando forma al sur de Badajoz en un contexto de transición digital y crisis climática, para entender qué unía al grupo. Ahora, comenzando a diseñar el encargo con Francesc Ruiz, el reto se ha desplazado hacia transformar esa oposición inicial en un movimiento generativo de nuevos relatos.

Dejando atrás Olivenza, subimos por el lado portugués hasta Badajoz, cruzamos cultivos intensivos de frutos secos (que cuestionan el uso del término rural cuando lo que te rodean son miles de hectáreas de cultivos industrializados), entramos en territorio español por la autovía y nos dirigimos hacia Campo Maior. Paramos antes de volver a cruzar la frontera, en un polígono industrial en construcción, la Plataforma Logística del Suroeste Europeo. Carreteras anchísimas perfectamente asfaltadas, preparadas para recibir toneladas de camiones, casi todas las manzanas esperando ser edificadas, se levantaba solamente una empresa de congelados y, al fondo, inmenso, un nuevo centro logístico de Amazon. Aparcamos en medio del parking vacío. El centro está terminado, con arbolitos recién plantados en la zona ajardinada que le rodea y los cristales opacos de la fachada brillantes, pero no está en funcionamiento, el único movimiento que vimos fue el del guarda que salió a preguntar qué hacíamos allí, tras 15 minutos con la cara pegada al cristal tratando de ver el interior.

La casita para insectos en el centro de logística de amazon
La casita para insectos en el centro de logística de amazon

En esas inmensas instalaciones, los pequeños detalles son los que más nos perturbaron: el patrón de sonrisas/flechas/falos del logo de Amazon, repetido troquelado en las vallas, también en los carteles que indican la salida del parking; las casitas de madera para insectos que hay en varios puntos ajardinados, secas y todavía sin plantas que polinizar; el rinconcito de mesas de picnic para salir a comer, con los ceniceros para los minutos programados para descansar y fumar… Todo resonaba con la noción de “disturbing distribution” que ha trabajado profundamente Francesc, atendiendo e interviniendo en procesos de distribución de mercancías. La genealogía que se forma entre la memoria del estraperlo y los horizontes que dibujan megaempresas como Amazon sitúa el reto de Non plus ultra en un territorio complejo fuera de los puntos más comunes de la despoblación. Aquí hay un exceso de infraestructuras para la movilidad de mercancías por encima de cualquier otro modo de vida.

Taller de contramapeo urgente con Francesc Ruiz
Taller de contramapeo urgente con Francesc Ruiz

La jornada terminó en el espacio de UHT, colectivo que colabora en Non plus ultra, en la antigua cementera Asland de Los Santos de Maimona, gestionada por la Fundación Maimona. Ya sin frio ni lluvia y abierto a cualquier persona interesada, Francesc hizo una presentación de su obra y propuso un “taller de contramapeo urgente” para identificar elementos del territorio sobre los que trabajar, con los que desarrollar una contrageografía alternativa a los procesos de extracción de recursos que imponen un mapa de carreteras, canteras, centros logísticos y canales. Justo antes de comenzar llamaron a la puerta, eran del telediario de RTVE regional. “Os hemos llamado hace un rato, no encontrábamos dónde era el taller”. Efectivamente, las únicas indicaciones que habíamos compartido era “Antigua cementera. C/ Paraje la Nava s/n”, no era fácil de encontrar si no conoces el lugar, aunque cualquier mirada atenta hubiese encontrado las señales para llegar (y así lo hicieron).

En cada sesión de Non plus ultra se define con más precisión su objetivo: multiplicar los modos de habitar un territorio para resistirse al monocultivo. Las ruinas del Puente de Ajuda, el parking del centro de logística de Amazon, la cementera abandonada del prehistórico Plan Badajoz… ocuparlas y habitarlas evita entrar en la lógica de que el territorio se agota.

Dibujando contramapas
Dibujando contramapas