El arte de reensamblar saberes para reparar un parque
Reflexión del mediador, Fran Quiroga, sobre el proceso de seis años de 'Legado Cuidado'.
El patrimonio puede ser un conjunto de elementos materiales y tecnologías que lo moldean y también el resultado de un vínculo inmaterial con las comunidades que lo rodean, dotándolo de sentido. El Parque del Pasatiempo en Betanzos, Galicia, es además del "parque temático más loco de Europa", un espacio referencial para los habitantes de esa localidad, en donde hay una relación muy estrecha entre la comunidad y ese recurso material. Trabajar desde ese vínculo tiene un gran potencial porque lo que se crea emerge desde ese amor. Tramar proyectos desde ese lugar es una estrategia frente a la desilusión o la apatía, teniendo en cuenta que el Parque del Pasatiempo es la historia de un desencanto; permanece cerrado desde 2018 y con el lastre de un proceso de recuperación y rehabilitación muy cuestionado, donde se han sucedido procesos de especulación y desidia entre muchos de los agentes que debieran haber participado en su custodia y salvaguarda.
La caída del templete del Estanque del Retiro en el Pasatiempo en 2018 fue el detonante para una fuerte movilización en esta villa gallega. Aunque el parque ya se encontraba muy degradado, cualquiera que lo visitara lo podía constatar, ese desmoronamiento fue la metáfora perfecta: todo se derrumbaba. Fue la sociedad civil, a través de sus mecanismos de enunciación política, la que demandó un mayor cuidado de un bien patrimonial excepcional. Sustentar que algo debe ser salvaguardado no es solo cosa de los expertos patrimonialistas, sino que ha de ser rubricado por la propia sociedad, que es quien, a través de sus valores o como ejercicio de corresponsabilidad cívica, determina aquello que ha de permanecer en el tiempo o no.
Que la ‘Asociación de Amigos do Parque do Pasatempo’ impulsase una manifestación y lograse convocar a aproximadamente 200 personas un 25 de mayo de 2019 muestra la preocupación social sobre un parque tan enigmático como el del Pasatiempo. La ciudadanía, al fin, se ponía al frente para reclamar un bien que consideran propio, rompiendo así una desidia social y política (que suelen ir de la mano) que acompañaba al cuidado del parque.
Ese detonante deviene en acontecimiento, entendiendo a éste no como “la solución de un problema, sino la apertura de posibles” como diría Lazzarato (2006,45). Aunque el pensador italiano se refiere a movimientos como los de Seattle y los movimientos antiglobalización, aquí nos encontramos con todo un acontecimiento local. Es un hecho de gran trascendencia para muchos vecinos y vecinas. Pensar en lo menor es hacer justicia con lo que le afecta a muchos en la periferia, en el margen. Desde aquel día hasta hoy, el Parque del Pasatiempo ha logrado ser declarado ‘Bien de Interés Cultural’ (BIC), máxima figura de protección patrimonial en España, ha tenido una rehabilitación de ese estanque, y se ha desarrollado el Plan Director del Pasatiempo. Paradójicamente, y pese a vivir en un mundo cada vez más digital, este plan sólo puede consultarse en las dependencias de la Xunta de Galicia. Además de todas estas acciones, desde 2018 iniciamos desde Concomitentes, junto a un buen número de aliados, el proyecto artístico participativo llamado Legado Cuidado.
Del proceso, Concomitentes como una interfaz para posibilitar materializar deseos
Concomitentes, además de ser una entidad sin ánimo de lucro es también una interfaz, un espacio intermedio entre la ciudadanía y aquello que les preocupa, facilitando metodologías y recursos económicos para la materialización de ese deseo colectivo. En octubre de 2019 anunciábamos en la web de Concomitentes la primera jornada pública del proyecto.
Afirmábamos que “desde octubre de 2019 hasta 2021 se llevará a cabo un proyecto de intervención artística que busca convertir a la sociedad civil en promotora de una obra de arte”. No fueron dos, sino cinco años, con una pandemia de por medio y varias dificultades. No siempre se comprendió porqué debía ser la ciudadanía la que liderara este proceso. Al proyecto se sumaron, además de la ‘Asociación Amigos del Parque del Pasatiempo’, la ‘ACLP Roxín Roxal’ y la ‘Asociación Amigos del Casco Histórico de Betanzos’, así como la colaboración del Concello de Betanzos y la Asociación Gabinete de Imaxinación, entidad federada con Concomitentes para el desarrollo local de este proceso.
La propuesta inicial era si una villa, la de Betanzos, podía hacer un encargo artístico en torno al legado de los hermanos García Naveira, con toda la complejidad que eso suponía, ya que implicaba hablar de patrimonio, memoria, educación, retorno, riqueza o expolio. De ahí que se optase por una Investigación-Acción-Participativa que facilitase metodologías y pedagogías del encuentro para que la ciudadanía generase un encargo artístico que recogiese el deseo colectivo sobre el que la artista debía materializar a través de una obra. En esa fase de escucha, se trabajaron metodologías como la ‘Conversación Caminada’, el ‘Café Diálogo’, el dibujo, la música o la propia fiesta. Además de hacerlo con vecinos y vecinas, lo hicimos con personas y aliadas como la cooperativa ‘Rexenerando’, que facilitó las sesiones, y la participación de muchas invitadas que nos acompañaron y ayudaron a generar esa máquina de producción de deseo colectivo que fue este proceso, como decía la poeta Lara Dopazo de una de las sesiones participativas.
Una obra de arte como acto de reparación
Steven Jackson afirma que existen en el mundo dos realidades radicalmente diferentes: “por un lado, un mundo fractal, un mundo centrífugo, un mundo casi siempre desmoronándose. Por otro lado, un mundo en un constante proceso de fijación y reinvención, reconfiguración y reensamblaje de nuevas combinaciones y nuevas posibilidades” (1), de ahí que desde Concomitentes se trabajase desde la reparación como ese sutil cuidado de mantenimiento y transformación, que sería el punto de apoyo entre ambos mundos. Es decir, la intervención artística no buscaba solo una rehabilitación del parque, sino partir de una genealogía para reensamblar nuevos futuros desde el presente. Nos interesaba la reparación porque no solo nos centramos en el año 0 de la construcción, sino en todo lo que ha supuesto el abandono, la especulación posterior y esa mutación constante del parque. La propuesta de reparación también permite resaltar aquello que fue silenciado, como el agua y su cauce. Podría ser una restitución que recuperase el original perdido, eliminando una pista de atletismo, un campo de fútbol y una zona de juego de la petanca, pero, preferimos situarnos desde el lugar de esa política curativa que no busca derrocar, reformar o regresar a lo viejo; ni que cree en un salto milagroso hacia lo nuevo y radicalmente liberado. Se reensambla, reinventa y rehace. Se vuelve a emparejar, siguiendo aquello que Yifan Wang y Changwen Chen afirman que “una política de reparación es una política de curación” (2).
-
(1) Jackson, S. J. 2014. “Rethinking Repair”. en Media Technologies: Essays on Communication, Materiality and Society, eds. P. Tarleton Gillespie. Cambridge (Mas): MIT Press. Pp 222.
(2) https://www.e-flux.com/journal/146/613173/the-unauthorized-repair-of-the-world/
El proyecto se localiza en el Parque del Pasatiempo, que es un espacio especial que tiene un valor simbólico muy importante y un gran prestigio en el imaginario artístico gallego, por ser uno de los grandes monumentos a la emigración. A lo largo de las sesiones públicas, han participado más de 200 vecinos y vecinas quienes han demandado que la obra final debía abordar el futuro de ese parque y toda esa memoria que lo impregna, así como debía superar la idea de monumentalidad y lo épico, o que la propuesta artística debía pivotar sobre los ejes de legado, identidad y la idea de lo inacabado, así como se rechazó que la intervención fuese estrictamente efímera.
Bajo esta premisa, fue Carme Nogueira la artista seleccionada. Su trayectoria artística ha estado marcada por el trabajo con procesos de subjetivización y la función normalizadora de los espacios a través de procesos de investigación. Sus preocupaciones están relacionadas con la intimidad, el espacio público y doméstico, espacios urbanos y género con dispositivos y acciones que activan a espectadores, promoviendo otras narrativas. Es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y doctorada en la Universidad de Vigo. Ha realizado residencias en, entre otros, espacios, Witte Rook (Breda, 2020), Bulegoa z/b (Bilbao 2017) o PROGRAM (Berlín 2010).
Así, la intervención artística de Carme Nogueira incluye siete piezas modulares de cemento reciclado que recrean un canal en la parte baja del parque, destacando la conexión entre las dos partes del parque a través del agua. La formalización de la intervención consta de una serie de 7 piezas modulares de 150 x 100 x 67cm, que buscan dialogar con las partes perdidas de la Fuente de Neptuno, que formaba parte de ese canal. Quieren erigirse, ficcionalmente, en el molde de las piezas perdidas, en su negativo. Como si la fuente se hubiera disuelto y sus restos se hubieran distribuido en el territorio, pero convertidos en su negativo, su molde.
La producción de las obras, se ha encargado a la empresa Rodiñas, especializada en grandes instalaciones de cemento. Las piezas se han creado con restos de cemento de otras obras. Además de la producción de estas piezas artísticas, se ha llevado a cabo una intervención paisajística creada por Iñigo Segurola, conocido jardinero y presentador del programa de televisión Bricomanía. Su propuesta añade una densa plantación como pantalla hacia el cierre y vallas publicitarias del actual campo de fútbol. Entre otros elementos naturales, la propuesta incluye: 4 unidades de sequoia, 8 unidades de palmera o 29 bananeras japonesas. Se ha intervenido en un área de 1200 metros cuadrados, movilizando más de 400 metros cúbicos de tierra, que ha supuesto la renaturalización de un área degradada anexa al campo de fútbol.
Para el proyecto, también se ha contado con la asistencia técnica de la arquitecta Carmen Calatayud, el profesor de arquitectura de la Universidade de A Coruña, José Manuel Vázquez Mosquera, y el equipo de arqueología Arbore, así como la producción de la empresa ARCE para el jardín. Asimismo, el proyecto ha contado con informes favorables de varias entidades gubernamentales y la aprobación del pleno del Ayuntamiento para la cesión de la obra y su posterior mantenimiento.
Finalmente, el proyecto, que no es más que la contribución ciudadana para el cuidado de un parque, ha conseguido el apoyo de la Deputación de A Coruña y la Xunta de Galicia, que se suman así al apoyo de Presidencia Española ante el Consello de la UE y la Fundación Daniel y Nina Carasso, principal financiador de este proyecto, que ha tenido un coste de más de 70.000 euros.
Una vez más gracias a todas las personas que han hecho posible que se cumpliese ese sueño que teníamos en el 2019. Por último, nos hacemos eco de lo que pedía Angel Arcay, vecino y comitente, en 2021 que aspiraba a que la obra final “recordará cómo se vivió todo el proceso de forma conjunta, pero sobre todo conseguir que gente que, aunque no haya participado en todo el proceso, baje hasta el Pasatiempo y sepa que esa obra es un trabajo en comunidad y que forma parte del parque”, esperemos que así sea.