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Entrevista 26.10.2021

“Queremos que la biblioteca móvil sea transformadora, no solo entretenimiento”

El arquitecto, Artemi Hernández, de la Oficina de Innovación Cívica (OFIC), estará a cargo de la construcción de la tercera obra de la concomitancia UCI Pediátrica.



El proceso mágico que encierra una concomitancia transforma las relaciones y los resultados a distintas escalas, también la propia concepción que se tiene respecto a qué es arte contemporáneo. Es por eso que el reto al que se enfrenta el arquitecto canario, Artemi Hernández de la Oficina de Innovación Cívica (OFIC), es tan especial: ¿cómo convertir la construcción de una biblioteca móvil en un proceso participativo, horizontal y abierto a la transformación intangible y, tan necesaria, de una UCI Pediátrica? Las claves de este recorrido que recién arranca, de la mano de los cinco comitentes, nos los relata en esta conversación.

¿Cómo arranca tu trayectoria profesional y cómo definirías tu práctica?

Estudié arquitectura en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y, al terminar, me monto un estudio con mi hermano. Empezamos a trabajar en nuestro estudio en 2014 en Fuerteventura y, después de 3 o 4 años, decidimos crear una cooperativa entre 6 perfiles afines y aunar nuestras trayectorias, generando una infraestructura común, un espacio dónde también nos cuidamos.

Sois más que un grupo de arquitectos…

Sí, hacemos cosas que tienen que ver con la arquitectura tradicional, pero gran parte de nuestra práctica tiene que ver con temas de diseño de proyectos comunitarios, dónde la comunidad juega un papel importante y con un componente social y colaborativo muy importante.

¿Cómo fue tu primer contacto con Concomitentes? 

Tengo muchas personas en común con Felipe, mediador del proyecto. Además, organizamos una de las actividades de la concomitencia en nuestro espacio de trabajo. En ese momento, ya estaban buscando a un artista que pudiera desarrollar la biblioteca móvil, por lo que, poco después del evento, Felipe me dijo: “He estado pensando que encajáis perfectamente en este proyecto, porque contáis con la parte más técnica de arquitectura y diseño, y la más social”.

Uno de los talleres de trabajo entre el artista y los comitentes.

¿Cómo te acercas a Concomitentes desde tu práctica, quizás menos conectada con el arte contemporáneo?

Desde el principio vimos que encajábamos perfectamente, por lo que afrontamos el proyecto con mucha ilusión por estar relacionado con la salud comunitaria, una de las líneas principales de nuestro hacer. Es una oportunidad para experimentar y acercarnos a la sanidad, a través del equipo de comitentes, y un reto trabajar desde la limitación de estar en una UCI. Nos planteamos cómo crear un elemento con el que hacer una labor pedagógica, tanto para los pacientes y sus familias como para el propio equipo de enfermería o para los profesionales médicos. Estamos pensando en algo que sea realmente transformador, no sólo para el entretenimiento.

¿Cómo aterrizar términos tan abstractos como ‘cuidado emocional’ o ‘transformación social’ en algo tan concreto como una biblioteca móvil?

Estamos todavía en una fase muy abstracta y conceptual, nuestra forma de trabajo se basa en una dinámica participativa, en llegar a ciertos acuerdos sobre qué queremos conseguir o transmitir con ese objeto. Aún no hemos concretado mucho, estamos aprendiendo mucho todos en el proceso. Esa biblioteca móvil quizás transforme la UCI, más allá de lo que nosotros nos imaginamos.

¿Cómo está siendo este proceso de trabajo conjunto con los comitentes?

Conocerlos ha sido maravilloso, pero la primera vez que interactuamos fue en la sesión de ayer. Además, entre ellos tienen mucha complicidad por lo que es más fácil madurar ideas y llegar a consensos. Salirme del escenario técnico e intercambiar de forma más horizontal, desde nuestras capacidades y experiencias, está resultando una experiencia muy natural y positiva.

El arquitecto canario forma parte de la cooperativa Oficina de Innovación Cívica.

También de romper esquemas e ideas preconcebidas.

Estos procesos tratan de traducir las soluciones directas que ellos expresan a las necesidades reales que tienen para, de ahí, construir la solución conjuntamente.

¿Cuáles son los siguientes pasos que abordaréis en este proceso de creación?

Estamos asentando los acuerdos todavía, escuchar y preguntarles para entender el funcionamiento y relaciones -contexto social y humano- dentro de la UCI. Nos encontramos, por tanto, en un punto de traducir qué tiene cada uno en su cabeza. ¿Dónde queremos incidir e impactar? Si el elemento cumple con todo lo que hemos acordado, todos acabarán estando de acuerdo con el resultado, por eso esta fase es tan importante.

Esta fase resulta crucial, supongo que lleve más tiempo.

Sí, el diseño del objeto y la producción puede llevar tiempos más cortos, porque el camino ya estará allanado. La parte que más me preocupa es esta inicial, la de entender, para que realmente pueda ser transformador para ellos.

Vuestra obra estará más conectada con lo útil que una pieza de arte, ¿crees que será más fácil evaluarla?

Existen otras dos líneas en el proyecto, como son el relato y el podcast, que son otras formas de contar historias en relación de lo que sucede en una UCI. En este sentido, la biblioteca no sólo sería un baúl de historias, sino de memoria, dónde los propios habitantes continuos o temporadas que pasan por allí cuenten esos relatos para crear esa caja negra de la UCI. Relatos que sean un aprendizaje para otros que transiten por esa experiencia, dando paso a otras formas de expresión como una pintura o un vídeo. Debemos pensar en cómo esa biblioteca acoge todo tipo de formatos y puede generar un impacto a escalas tan diferentes.

Interesante esa cuestión…

Sí, se trata de ver no sólo cómo creas una pieza, sino experimentar cómo eres parte de ella. 

Buscáis otro tipo de impacto también.

Sí, queremos ver el impacto que generamos en las personas, más allá de lo material. Si estoy generando un cambio en el día a día, este impacto será mayor, aunque no sea percibido porque es invisible. Algo que está muy presente en este tipo de procesos, porque el valor social se pierde por el camino. Sin embargo, es algo que estamos teniendo muy en cuenta, pero que no es incompatible con que el objeto en sí.