Somos un grupo de seis personas, entre 26 y 33 años, con experiencia de haber vivido en otros lugares antes de que, retornando o migrando, llegásemos al sur de Badajoz. Nos une una relación inestable con este territorio que habitamos, una inseguridad de la presencia amenazada por la sombra de la despoblación, de la desertificación y el extractivismo. Con experiencias muy diferentes respecto a qué es vivir en “lo rural”, no nos une una identidad común, sino una inquietud compartida antipatriarcal y anticolonial y un deseo por revertir las violencias que han marcado los lugares que habitamos.