Diario

Diálogos de lo anegado

Chiara Sgaramella

Foto de Kairos fotostudio

La mediación en tiempos de duelo ambiental

L’Horta Sud es un territorio muy fragmentado: lo atraviesan carreteras, líneas ferroviarias, polígonos industriales y el nuevo cauce del río Turia. Un entramado de infraestructuras que, junto con el puerto en vía de ampliación, ha reducido en las últimas décadas las extensiones agrícolas a una presencia casi anecdótica, convirtiendo este  área en una «zona de sacrificio» destinada a garantizar el desarrollo de la capital, València. Desde la década de 1960 hasta hoy, el suelo agrícola, un bien finito, fuente de alimento y generador de múltiples beneficios ecológicos, ha retrocedido de manera dramática frente a un incremento del 450% de la superficie urbanizada. La impermeabilización de tierras fértiles y la edificación en zonas inundables han agravado los impactos de la DANA de octubre de 2024, intensificando significativamente sus consecuencias.

En la sesión de arranque del proyecto Connexions Metabòliques, celebrada el 3 de octubre de 2025, nos reunimos en Castellar l’Oliveral, uno de los pueblos afectados por la barrancada, que aún conserva espacios de huerta productiva y se encuentra en el parque natural de l’Albufera. De la mano de Giulia Perli, del colectivo artístico ideadestroyingmuros, construimos un mapa afectivo de l’Horta y l’Albufera a partir de prendas de ropa aportadas por las comitentes, cargadas de recuerdos y vínculos personales con el territorio.  Entre hilos y agujas, fuimos tejiendo conversaciones y compartiendo vivencias a un año de la DANA, creando un espacio de cercanía y cuidado en el que acoger el duelo y acompañarnos mutuamente en el proceso de recuperación. No se trataba únicamente de elaborar el acontecimiento traumático de la inundación, con su enorme carga destructiva, sino también de reconocer el cansancio derivado de tener que hacer frente a las múltiples vulnerabilidades que esta catástrofe ha revelado. Atender, de manera sostenida, las emergencias humanas, ambientales y políticas de los últimos meses y articular una respuesta colectiva ante las numerosas agresiones, como la reforma de la Ley de protección de l’Horta, que siguen amenazando la integridad del territorio. De ahí la necesidad de estar juntas, de apoyarnos en un contexto de fragilidad creciente, exacerbado por la crisis climática.

En la segunda parte del encuentro, nos detuvimos a reflexionar sobre los efectos de la DANA en l’Albufera.  Este humedal, junto con los arrozales que lo rodean, se ha visto afectado por la ola de residuos arrastrados por el aluvión: coches, medicamentos, envases de todo tipo y microplásticos que han entrado en la cadena trófica de este delicado ecosistema. Conversamos con Eva Tudela (Acció Ecologista Agró) y Javier Jiménez Romo (biólogo) sobre las labores de limpieza y los desafíos que plantea la restauración de este entorno de gran valor ecológico, que alberga una elevada biodiversidad y en el que se produce uno de los alimentos más emblemáticos de la agricultura valenciana: el arroz. Nos preguntamos: De qué manera podemos suscitar un sentimiento de solidaridad, cuidado y movilización similar al que se generó en las primeras semanas tras la DANA, pero extendido también hacia el mundo más que humano? ¿Cómo pensar y sentir el territorio no como un recurso, sino como un bien común del que formamos parte? ¿Cómo poner en valor el espacio agrícola y natural como aquello que nos nutre y, al mismo tiempo, nos protege frente a los eventos climáticos extremos presentes y futuros?

Concluimos la jornada con la primera etapa del Menjador Ambulant de l’Horta, degustando dos recetas tradicionales valencianas preparadas por Al Paladar, un proyecto de restauración ecológica que trabaja con ingredientes locales y de temporada. Este momento de convivencia fue una invitación a conectarnos desde el placer y los sentidos con los metabolismos del territorio, los flujos de materia y energía que nos atraviesan y las redes de relaciones que nos sostienen y alimentan.